martes, 23 de septiembre de 2008

Taller de Mitologia en San Telmo


Taller sobre (Homo)-sexualidades en el mundo antiguo.

Del mito a la construcción de la realidad



Coordinadora: Leonor Silvestri



Se trata de un curso de 6 clases para desmitificar la opinión vulgar sobre Grecia y Roma y la administración de sus sexualidades suele pendular entre una férrea disciplina prusiana hacia una eterna bacanal orgiástica donde los niños eran el plato principal, siempre confundiendo Grecia con Atenas y el Imperio Romano con Nerón. Nos proponemos deconstuir los mitos que rondan el imaginario de las sexualidades en diferentes momentos históricos de ambas culturas para hincar el diente en los debates actuales sobre las sexualidades y las expresiones de género contemporáneas como ser la bisexualidad, el matrimonio GLTB, y el abuso de infantil en la sociedad patriarcal.



Acerca de la Coordinadora:

Leonor Silvestri (1976) es poeta y especialista en literatura antigua, dicta talleres de mitología grecolatina desde 2003, año en el que abandonó la investigación académica para comenzar a dedicarse full-time al activismo de género y a la poesía. Ha publicado 3 poemarios, y un ensayo sobre las poesías de Catulo. Actualmente forma parte del equipo de redacción y producción del suplemento GLTB SOY de Página 12.

Comienza el miércoles 1 de noviembre (Duración: 6 encuentros de 1.30 cada uno aprox)

Todos los miércoles a las 19 hs.

En Librería Fedro

Carlos Calvo 578

4300-7551

info@fedrosantelmo.com











El Recorrido:



Clase uno

Todo no se puede. Pederastia y Pedofilia en las diferentes ciudades de Grecia. Normas, leyes, y costumbres para amar a los muchachos. El Banquete de Platón.

Clase dos
El amor guerrero en Ilíada de Homero. Aquiles y Patroclo. La “verdadera” homosexualidad griega. Los heteroflexibles hoy y Secreto en la Montaña.

Clase tres y cuatro

Las mujeres griegas, tres momentos: Homero, Atenas y Esparta.

Clase cinco

Las chicas solo quiere divertirse: El amor entre mujeres en Grecia y en Roma. Safo, la insoslayable. Lesbianismo, bisexualidad y amor libre hoy.

Clase seis

Arriba, abajo, al centro y adentro: las posiciones corporales en el protocolo sexual romano. BondageSadoMasoquista: la herencia.





· Cada clase tiene una duración de 2 horas y es una clase debate .

· Los textos teóricos y los literarios serán comentados y trabajados en clase a partir de diferentes enfoques, priorizando el sociológico y el literario.

· No es necesario tener ningún conocimiento previo. El curso es de divulgación de la literatura grecolatina en su forma literaria.

· El arancel total del curso es de $150 por las 6 clases.



Informes: 4383 1321

silvestrileonor@yahoo.com.ar

http://todonuevobajoelsol.blogspot.com





Bibliografía (no citada en el itinerario)



La homosexualidad en la mitología griega de Bernard Sergent

Según Natura, la bisexualidad en el mundo antiguo de Eva Cantarella

Mujeres romanas de Tacita a Sulpicia de Eva Cantarella

Las experiencias de Tiresias de Nicole Loraux

El sexo y es espanto de Pascal Quignard

Homero, Ilíada de María Cecilia Colombani

Hesíodo, Teogonía de María Cecilia Colombani

La imagen del sexo en la antigüedad Comp. Sebastián Celestino Pérez

Women in Ancient Greece de Sue Blundell

Las coacciones del deseo de John Winkler

jueves, 18 de septiembre de 2008

Mitos Trans


Cuenta Homero que Afrodita -Venus para los romanos-, diosa del amor, solía engañar a su marido, el dios cojo y herrero, Hefaistos, con el fornido dios de la guerra, Ares. Hefaistos, alertado por Apolo delator de la situación y cansado ya de los engaños, que, sea dicho de paso, no se limitaban solo a un tórrido romance con Ares, atrapó a su esposa in fraganti, desnuda junto a su amante con una red mágica y los exhibió en su pudor frente a todos los Olímpicos. Al ver la belleza y la perfección de ambos cuerpos trenzados en tensión contrapuesta no pudieron sino ruborizarse en un episodio que la antigüedad conoce como “La sonrisa de los dioses”. De esta unión nacieron tres vástagos: Phóbos y Deimos (el miedo y el terror, respectivamente, compañeros de su padre en el campo de batalla), y Harmonía, (como Heráclito testimonia “todas las cosas son una, al divergir convergen, (h)armonía propia del tender en direcciones opuestas, como el arco y la lira”). Entre los que con placer espiaron la cópula divina se encontraba Hermes, que exclamó que no le molestaría ser sorprendido en la posición de Ares con tal de compartir el lecho con Afrodita. La claridad en el deseo a veces entraña buenos resultados, y Hermes obtuvo su premio de la diosa amiga de las sonrisas. De esa otra unión, nació un muchacho tan hermoso como la belleza de sus padres, y en honor a ellos fue llamado Hermafrodito. A la edad de 15 años, se encontraba vagando él en una laguna en la región de Licia. Allí, una ninfa de río, Sálmacis, la única desobediente a las órdenes de la diosa virgen Artemis, no caza ni corre ni practica con su arco, como las otras náyades. Lo único que le place es peinarse la larga cabellera, y contemplarse, hermosa, en sus propias aguas. Sálmasis vio al joven Hemafrodito, atraído por el frescor de la laguna, y deseó poseerlo inmediatamente, con la misma voracidad con la que solo los varones suelen desear en la mitología grecolatina. Pero el muchacho, que ignoraba qué era el amor, la rechazó, y amenazó con abandonar el sitio si ella no se retiraba. Sálmacis, astuta, retrocede y se esconde para observarlo de entre los arbustos como una voyeur. Él, cual una suerte de Coca Sarli de la antigüedad, creyéndose tontamente solo, y cautivado por la tibieza de las aguas, se libera de toda ropa y entra a la laguna. Sálmacis arde apasionada porque ha vencido, Hermafrodito se metió en su elemento. Ella lo abraza enloquecida y aunque él intenta, en vano, zafarse, Sálmacis suplica a los dioses “que ningún día se separe de mí”. Los dos cuerpos se funden literalmente en uno, del cual no podrá decirse nunca más si es varón o es mujer. Ha nacido un ser dotado de una naturaleza doble, de una hermosura sin igual, que porta ambos sexos, para la antigüedad clásica, un ser bisexual, un “hermafrodita”.
No es éste el único cambio de sexo. Tiresias, uno de los testimonios místicos y autobiográficos más descarnados del amor entre varones, de Marcel Jouhandeau, reproduce el diálogo con su amante Richard en el momento de la penetración: “Es un dolor agradable, ¿soy el primero en dártelo a conocer? Recíbelo como si te dotara, por arte de mi varita mágica, de un segundo sexo.” Tiresias, el famoso adivino hijo de la ninfa Cariclo, que les vaticina tanto a Edipo como a los padres de Narciso el futuro penoso de ambos. Pero su poder para la adivinación no es natural, sino un don compensatorio. Una vez, quizás por aburrimiento, Tiresias vio a dos serpientes unidas en cópula y las hirió golpeándolas con un palo para separarlas. Como resultado de la intervención, y sin ninguna lógica o solución de continuidad, cosa común en los mitos, Tiresias quedó convertido en mujer. 7 años más tarde, inductivamente volvió a repetir el experimento, y al ver a dos serpientes en la misma posición, las golpeó, retornando así a su sexo de partida. Pero su aventura de cambio de sexo de ida y de vuelta le valió fama y renombre... Zeus, dios máximo de los Olímpicos, intentaba justificar frente a su hermana-esposa, Hera, sus infidelidades, señalando que las mujeres gozan más en la relación sexual. Por supuesto, Hera no estaba convencida, y decidieron consultar a un especialista a, alguien que hubiera tenido ambas experiencias y por ende pudiera dirimir la cuestión. ¿Quién goza más? Tiresias, sin un atisbo de duda, falló a favor de Zeus: él ciertamente podía afirmar que las mujeres gozaban más, lo había vivido. Enfurecida Hera decidió cegarlo de manera permanente, y Zeus lo compensó con el don de la adivinación (que en otras tradiciones míticas, como el Himno creado por el poeta alejandrino Calímaco, es producto de ver desnuda a Palas Atenea). Psiquis y subjetividad únicas la de Tiresias, que transcendió los límites de ambos cuerpos.
Tampoco él es el único: Ifis descendiente de Ligdo y Teletusa, una familia pobre de la isla de Creta, aunque se trate de un mito con fuertes influencias egipcias. Ligdo le había ordenado a su esposa que si paría una niña, se la mataría porque no estaban en condiciones de alimentar la inútil boca de una hembra. Pronta a dar a luz, a Teletusa se le apareció la diosa Isis, para los griegos identificada con la Luna, Selene, junto a todo su séquito: Bubastis, la diosa cabeza de gata; Anubis, el dios cabeza de perro; Apis, toro negro con una mancha blanca en la frente; el dios halcón Horus, representando en esta aparición como un niño con un dedo en la boca que pide guardar silencio; y Osiris, marido de Isis, desmembrado por su propio hermano, Set, y vuelto a la vida y rearmado por su esposa. Mandó la diosa a que criara a la criatura cualquiera fuera el sexo, ella estaría allí ayudando. Teletusa obedeció, una vez más, y cuando alumbró a una hembra, mintió. El padre le llamó Ifis, como su propio padre, y Teletusa se alegró de un nombre unisex. Ifis fue criado y educado, como un niño, y a los 13 años, lo prometen como marido de la rubia Iante, con quien compartía la edad, la belleza, y el sexo biológico, aunque esto era un secreto. Ifis y Iante se amaban ya, y todo hubiera sido motivo de infinita felicidad sino fuera por esos pequeños detalles insalvables para la antigüedad. En un sincero rapto que muestra las tensiones con el homoerotismo en la antigüedad, Ifis se lamenta interiormente, se siente un monstruo: “Ni el amor de una vaca abrasa a una vaca ni el de las yeguas a las yeguas…ninguna hembra se arrebata por el deseo a otra hembra.” Incluso llega a pensar que su amor hacia Iante es aun peor que el de la reina de Creta, Pasífae, en su disfraz de vaca, creado por el ártifex Dédalo, para que pueda copular con un magnífico toro, y luego concebir al Minotauro encerrado en el laberinto: “…la hija del Sol amó a un toro, ciertamente una hembra a un macho, mi amor es más insano que aquel…busca (Ifis) lo que es lícito amar y ama lo que debes como mujer.” Desesperada su madre Teletusa aplaza la boda aludiendo malas visiones, o fingiendo enfermedades, hasta que se le agotan las excusas. Ya casi perdida toda esperanza, acuden al altar de Isis y suplican la ayuda prometida por la diosa. Al salir del templo, la transformación se produce, e Ifis convertido en varón alarga el paso, aumenten sus fuerzas, y la expresión de su rostro se endurece definitivamente. Ifis transformado deja entonces un ex voto para la diosa que le asistió “Paga un joven los dones que siendo mujer había prometido Ifis”.
Si seguimos leyendo las versiones de Ovidio, Venus, la diosa del amor, Juno, la diosa del matrimonio, e Himeneo que preside el cortejo nupcial, fueron de la boda de Ifis y Iante, a otra que tuvo realmente un final trágico: Orfeo y Eurídice. Al breve tiempo de estar casados, muere Eurídice porque pisa una serpiente venenosa. Orfeo no se resigna a perderla y baja al Hades, la morada de los muertos, a pedir que le devuelvan a su amada, con su canto poético-mágico y su lira (que para algo sirva ser el poeta lírico por antonomasia, capaz de conmover a las piedras, que para algo sea útil el carmen - poema, en latín, tanto como encantamiento, hechizo o canción- . La diosa del inframundo, Perséfone, que también sabe de desgracias y pérdidas, se apiada de él y se la devuelve con una sola condición: “no mires atrás hasta salir”. El final, creación latina, quizás por influencia con el relato de Lot en Sodoma cuya esposa es convertida en estatua de sal por haber mirado atrás, es conocido por todos: Orfeo, tomado por un rapto de locura, y desesperado, mira atrás, perdiéndola dos veces. Durante 7 días deja de comer pero su canto finalmente retorna; se allegan hasta donde se encuentra penando los elementos naturales, las plantas, y los árboles, todos de connotación homoerótica, como el ciprés, que remite a Cipariso, amado por el dios Febo, que mató, por error de un lanzazo a su ciervo favorito, y pidió, a pesar de las suplicas de su dios amante, morir. Orfeo canta y canta a los jóvenes amados por los dioses, entre ellos el enamorado de Zeus, a quien no solo atraían las mujeres, Ganimedes, de la tierra Frigia, la misma de Atis, el eunuco pasivo y afeminado, sacerdote de Cibeles. Y también canta Orfeo a Jacinto, otro de los amores de Apolo y asesinado, por error. Pero Orfeo incluso se lo recuerda gracias a otro hecho más maravilloso: tras la pérdida de Eurídice, nunca más deseó tener contacto con otra mujer, siendo él, según Ovidio, el creador del amor entre varones, lo que le vale la muerte por descuartizamiento a manos de las despechadas mujeres de Tracia.
Amor improbus omnia vincit. El amor inmoderado todo lo vence en la palabra del mythos que todavía nos habla a través de los antiguos textos. Cuerpos y amores que se fueron transformando de una sexualidad a otra, de una expresión de género a una distinta en trance de placer, es decir de política.

Metamorfosis Ovidio (Cátedra)
Diccionario de Mitología Griega y Romana, Pierre Grimal (Paidos)
Según Natura, la bisexualidad en el mundo antiguo, Eva Cantarella (Akal)
Las experiencias de Tiresias Nicole Loreaux (Biblos)

jueves, 4 de septiembre de 2008

Taller de (homo)-sexualidades en el mundo antiguo



ojo que el afiche corresponde a otro taller pero ya pondre el de este
Taller sobre (Homo)-sexualidades en el mundo antiguo.
Del mito a la construcción de la realidad

Coordinadora: Leonor Silvestri

La opinión vulgar sobre Grecia y Roma y la administración de sus sexualidades suele pendular entre una férrea disciplina prusiana hacia una eterna bacanal orgiástica donde los niños eran el plato principal, siempre confundiendo Grecia con Atenas y el Imperio Romano con Nerón. Ni tan tan ni muy muy. Este taller se propone deconstuir los mitos que rondan el imaginario de las sexualidades en diferentes momentos históricos de ambas culturas para hincar el diente en los debates actuales sobre las sexualidades y las expresiones de género contemporánea con sólido conocimiento de causa.

El Recorrido:

1) Todo no se puede. Pederastia y Pedofilia en las diferentes ciudades de Grecia. Normas, leyes, y costumbres para amar a los muchachos. El Banquete de Platón.
2)El amor guerrero en Ilíada de Homero. Aquiles y Patroclo.
3)Quien golpea recibe golpes. Súper varón, feminidad, y heridas de macho. El modelo de Hércules.
4)Las griegas, dos momentos: Homero y Esparta.
5)Coerción y estafa. Hechizo griegos amatorios
5)Libertad vs Libertinaje. El gran mito de la promiscuidad romana y sus leyes sobre homosexualidad y adulterio. Catulo, Tibulo, Sulpicia.
6)Las chicas solo quiere divertirse : El amor entre mujeres en Grecia y en Roma. Safo, la insoslayable.
7)El asco sucede al acto de Venus. El erotismo romano y las ruinas pompeyanas.
8)Tácita Muda diosa femenina. ¿Existió el matriarcado? De Bachofen a Gimbutas.
9) Addenda: Palabra, poder, verdad. Hesíodo y Teogonía.


• Cada eje será abordado en 2 clases de 1.5 h cada una (aprox.).
• Los textos teóricos y los literarios serán comentados y trabajados en clase a partir de diferentes enfoques, priorizando el sociológico y el literario.
• No es necesario tener ningún conocimiento previo. El curso es de divulgación de la literatura grecolatina en su forma literaria.
• El arancel del curso es de $ 65 por mes.

Informes: 4383 1321
silvestrileonor@yahoo.com.ar
http://todonuevobajoelsol.blogspot.com
Todos los sábados 14:30 hs en adelante…en Librería El Gualeguay- Pachecho 2251 (y Olazábal) - Villa Urquiza- Capital Federal
Arrancamos en sábado 11 de Octubre

Bibliografía (no citada en el itinerario)
Metamorfosis de Ovidio
La homosexualidad en la mitología griega de Bernard Sergent
Según Natura, la bisexualidad en el mundo antiguo de Eva Cantarella
Mueres romanas de Tacita a Sulpicia de Eva Cantarella
Las experiencias de Tiresias de Nicole Loraux
El sexo y es espanto de Pascal Quignard
Homero, Ilíada de María Cecilia Colombani
Hesíodo, Teogonía de María Cecilia Colombani
La imagen del sexo en la antigüedad Comp. Sebastián Celestino Pérez
Women in Ancient Greece de Sue Blundell
Las coacciones del deseo de John Winkle